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Motor tiembla y pierde fuerza: Sensores que lo causan

Para tener en cuenta: 👉 El sensor MAF (Mass Air Flow) mide directamente la masa de aire que entra al motor.

Gracias a esta información, la ECU calcula la cantidad exacta de combustible que debe inyectar para mantener una mezcla equilibrada. Cuando el MAF está limpio y en buen estado, el motor mantiene un ralentí estable, alrededor de 700 a 850 rpm, y el consumo es el justo. En cambio, si se ensucia o falla, la señal que entrega es incorrecta y la ECU inyecta mal. Esto se traduce en un motor inestable que tiembla, se apaga en mínimo o termina gastando más combustible de lo normal.

El sensor MAP (Manifold Absolute Pressure) mide la presión dentro del múltiple de admisión. En combinación con la temperatura del aire, le permite a la ECU calcular la carga real del motor. En ralentí la presión es baja, lo que indica un vacío alto. Cuando el MAP trabaja bien, la ECU sabe que el motor está en reposo y ajusta tanto el tiempo de encendido como la cantidad de combustible para mantener un ralentí suave y controlado. Si el MAP entrega una lectura incorrecta, la ECU interpreta que el motor está bajo carga y aumenta la inyección innecesariamente. Como consecuencia, las rpm se vuelven irregulares, aparece humo negro en el escape y el consumo aumenta.

La válvula IAC (Idle Air Control) es la encargada de regular el paso de aire cuando la mariposa del acelerador está cerrada, es decir, cuando el conductor no pisa el pedal. Su función es mantener el motor encendido en ralentí y compensar el aire adicional cuando entran cargas como el aire acondicionado, luces o la dirección asistida. Cuando la IAC funciona bien, el motor permanece estable en mínimo sin apagarse ni subir de revoluciones de forma inesperada. Pero cuando está sucia o pegada, el motor presenta un ralentí inestable, puede acelerarse solo o apagarse al frenar.